El pasado mes de agosto le enviamos al Sr. Jefe de Gabinete de Ministros, Lic. Marcos Peña, una nota sugiriéndole una herramienta vital para el proceso de saneamiento general de las instituciones del país: la instauración de un sistema de control de calidad de auditores externos, tal como existe en todos los países desarrollados del mundo.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
22 de agosto de 2018
Sr. Jefe de Gabinete de Ministros
Lic. Marcos Peña
Presente
De mi consideración:
Me dirijo a usted, y por su intermedio al Sr. Presidente de la Nación, con el objeto de presentarles, respetuosamente, una sugerencia en el marco del proceso de saneamiento general de las instituciones del país, en el que está embarcado decididamente el Gobierno, particularmente frente a los hechos de corrupción que son de público conocimiento.
En beneficio de la brevedad, en esta nota me limitaré a describir de manera sintética mi propuesta, quedando a disposición de ustedes para ampliarla en la medida que lo consideren útil.
Concretamente quiero referirme al servicio profesional de auditoría externa, regulado por la ley 20488/73, que prestan los Contadores Públicos matriculados. Este servicio se halla bajo el control jurisdiccional de los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas creados en cada una de la Provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En este último caso a través de la ley 466 del GCBA y en cada una de las provincias por una legislación equivalente.
Como parte esencial de ese control jurisdiccional y de acuerdo con las mejores prácticas imperantes en el mundo, debería existir un sistema independiente de control de calidad de las auditorías externas. Así es recomendado por IFAC (International Federation of Accountants) y con distintas variantes adoptado por la gran mayoría de los países del mundo, incluyendo por supuesto, los que integran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), prestigioso foro internacional en el que nuestro país está pugnando por incorporarse.
En nuestro país, si bien en ámbitos de la profesión se ha tratado mucho el tema, no se ha avanzado de manera significativa.
Es mi convicción que un sistema independiente de control de calidad de auditoría constituiría un paso de extraordinaria importancia para robustecer el rol de los Contadores Públicos que se desempeñan como auditores externos, lo cual permitirá, a su vez, mejorar sensiblemente la calidad de los estados contables, los que constituyen un documento informativo de primer nivel en todas las economías desarrolladas.
Vemos hoy en la escena nacional numerosos escándalos que quizás podrían haberse evitado si hubiéramos contado con balances veraces, auditorías robustas y control de calidad independiente sobre estos procesos.
No hay que desarrollar sistemas nuevos. Son prácticas recomendadas por la entidad emisora de normas de auditoria internacionales (IFAC) y adoptadas pacíficamente en todo el mundo. Solo hace falta la decisión de hacerlo.
Quedo a disposición de ustedes. Por separado acompaño mis antecedentes.
Saludo al Sr. Jefe de Gabinete con toda consideración.
C.P.N. Juan Carlos Cincotta
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