El International Auditing and Assurance Standards Board’s (IAASB), luego de un largo proceso de elaboración y consultas, ha emitido la nueva plataforma para la gestión de la calidad de las auditorías externas.
Como el propio Board expresa, “el IAASB ha elevado el listón de la gestión de la calidad, a través de tres normas nuevas y revisadas, que fortalecen y modernizan el enfoque de las firmas de auditoría para la gestión de la calidad. A través de estos estándares, el IAASB está abordando un ecosistema de auditoría en evolución y cada vez más complejo, que incluye las crecientes expectativas de las partes interesadas y la necesidad de sistemas de gestión de la calidad que sean proactivos y adaptables. Los estándares instruyen a las firmas de auditoría para que mejoren la solidez de su monitoreo y remediación, incorporen la calidad en su cultura corporativa y el “tone at the top” y mejoren la solidez de las revisiones de calidad de los compromisos.”
Los nuevos estándares, que entran en vigor el 15 de diciembre de 2022, son los siguientes:
I – Norma Internacional de Gestión de la Calidad 1 (NIGC 1)
Gestión de la calidad para firmas de auditoría que realizan auditorías o revisiones de estados financieros u otros encargos de aseguramiento o servicios relacionados.
Este nuevo estándar reemplaza a la Norma Internacional de Control de Calidad 1. Nótese que, además, hay un cambio en la denominación de la norma. Antes eran normas de “control” de calidad. Ahora son normas de “gestión” de la calidad. Evidentemente el cambio de nombre de esta serie de normas se debe al interés del IAASB por enfatizar que, asegurar la calidad del proceso de auditoría no es una cuestión que se logra mediante un “control” puntual al final del trabajo. Más bien, se logrará a través de una “gestión” permanente del asunto, desde que empieza la relación con el cliente hasta el momento en que se emite el informe.
La NIGC 1 (ISQM 1 es la sigla en inglés) introduce un enfoque basado en el riesgo. Es por ello que ese enfoque debe apuntar al logro de los objetivos de calidad que cada firma, en particular, establece. Para ello se usa un criterio que se viene incorporando a las nuevas normas del IAASB y que es el principio de escalabilidad. Este concepto implica que cada firma deberá tener en cuenta su naturaleza y circunstancia y la naturaleza y circunstancia de los trabajos de auditoría que lleva a cabo, para determinar la complejidad y formalidad del sistema a implementar.
II – Norma Internacional de Gestión de la Calidad 2 (NIGC 2)
Revisiones de calidad del encargo
Este estándar es nuevo. Antes de esta norma la función del revisor de la calidad de un trabajo de auditoría estaba regulada de manera muy general, en la NIA 220.
Ahora, si bien en la NIA 220 (revisada) queda la exigencia de la participación de un revisor, la descripción de los requerimientos se ha sacado de las NIA y se ha creado una NIGC específica. La NIGC 2 trata sobre el nombramiento y elegibilidad del revisor. Describe las responsabilidades relativas a la realización de la revisión y a su documentación. Aplica también el concepto de escalabilidad, para dejar implícita la idea de que los procedimientos del revisor serán coherentes con la envergadura del trabajo. Por ejemplo, usa como medida de la complejidad del trabajo la cantidad de “juicios significativos” que debió formular el responsable del encargo.
Más allá de los requerimientos establecidos por las NIA o por reguladores, la figura de un revisor objetivo que evalúe todos los juicios significativos aplicados en un trabajo y documente esta revisión, es una forma práctica y eficiente de mejorar y asegurar la calidad de todo trabajo de auditoría. Las firmas deberían utilizar este recurso sistemáticamente, aun cuando no les sea exigido.
III – Norma Internacional de Auditoría 220 (revisada) (NIA 220 revisada)
Gestión de la calidad de la auditoría de estados financieros.
También hay aquí un cambio de denominación. La versión anterior era Control de calidad para una auditoría de estados financieros. (Quality Control for an Audit of Financial Statements). Ahora prima el concepto de gestión sobre el de control, tal como hemos señalado más arriba.
La versión revisada de la NIA clarifica y fortalece los elementos clave de la calidad del trabajo al nivel de cada encargo en particular. La norma enfatiza la importancia crucial del socio a cargo en la gestión de la calidad del trabajo. Refuerza la necesidad de que todos los integrantes del equipo sean conscientes de su trascendencia a lo largo de todo el proceso.
La norma alienta una gestión proactiva de la cuestión, adecua el estándar a diferentes circunstancias en un escenario tan complejo como el actual y enfatiza la necesidad e importancia del escepticismo profesional, así como la debida documentación de todos los juicios significativos del trabajo.