En materia económica, la pandemia ha traído, entre tantos otros, un serio problema para determinar las valuaciones de activos y pasivos en los estados contables debido al notable incremento de riesgos e incertidumbres. Justo en el momento en que las empresas deben contribuir a restablecer la confianza.
En una entrada anterior, Gobierno corporativo, pandemia y nueva normalidad limitada, señalábamos, tal como la propia IFAC, la necesidad de que los actores principales del gobierno corporativo, los directorios de las empresas, los auditores externos y los reguladores, aunaran esfuerzos y trabajaran activamente para recrear la confianza pública. Vamos a proponer algunas ideas al respecto.
Mejorar la información por medio de las notas a los estados contables
Dadas las condiciones actuales que hacen tan difíciles las valuaciones, habría que incorporar formas innovadoras de información para entregar a los mercados mejor información corporativa. Pese a las dificultades del momento, los estados contables debieran ser el medio idóneo para conectar a todas las partes involucradas, compartiendo los datos que demuestren la situación real de cada compañía. Si todas las partes disponen de la misma información y ésta es de calidad y cantidad suficientes, serán más fáciles los entendimientos y fluirán mejor las negociaciones, especialmente las requeridas por efectos no deseados de la pandemia.
Todos aceptamos que la realidad económica es muy inestable, particularmente en Argentina y por lo tanto los valores de los activos están afectados por una mayor volatilidad. El usuario de los estados contables lo sabe o debiera saberlo. Pero para que ese usuario disponga del panorama completo, los estados contables deben incorporar formas innovadoras para agregar valor informativo:
- En primer lugar, es conveniente revisar y depurar todas las notas. Dejar de lado la práctica del “corte y pega”, lamentablemente tan usual en la materia. Estamos ante una nueva realidad, reflejémosla en las notas.
- Un ejemplo de lo anterior: las notas sobre la pandemia que son recomendadas por los modelos de la propia FACPCE, son textos estándar. Todos los balances tienen una redacción casi idéntica cuando generalmente las situaciones son distintas. Estos modelos ayudaron en los momentos de desconcierto iniciales. Si seguimos usándolos, bloquearemos la capacidad de los profesionales encargados de prepararlas.
- Habría que evitar el recurso de ampararse en manifestaciones generales, del tipo: “las condiciones actuales no permiten una estimación razonable del impacto de…”. A cambio, sería muy positivo intentar la mejor estimación posible, explicando cómo se hizo y sus eventuales limitaciones en una nota.
- Es necesario describir las bases o criterios específicos utilizados en cada situación
- En los casos especialmente críticos por su incidencia en los números generales del balance, esta explicación debe ser bien detallada, con inclusión de las opciones que fueron consideradas y las razones por las que se decantó en la elegida.
- Un complemento muy interesante son los análisis de sensibilidad, comunes en el manejo interno de las empresas, pero raramente informados en los estados financieros.
- Un área crítica es la de las cuestiones litigiosas. Entramos en una etapa donde los reclamos cruzados por incumplimientos de contratos serán moneda corriente. Las explicaciones razonables, precisas y completas ayudarán a la compañía a proteger sus derechos.
Los auditores externos deberían aplicar ya las normas internacionales de informes de auditoría
En un momento en que el trabajo del auditor es tan desafiante por las restricciones impuestas por la cuarentena y por los efectos sobre los estados contables de una economía tan volátil e incierta, resultaría de gran utilidad para él, para los responsables del gobierno corporativo y para los usuarios de los balances, que incluyera en su informe las cuestiones clave de la auditoría, de acuerdo con la NIA 701.
Por otra parte, esto permitiría corregir una asimetría informativa. En la actualidad una empresa que cotice sus acciones en la bolsa de Buenos Aires y en la de Nueva York, se encuentra obligada a cumplir las normas de la SEC y sus auditores las normas del PCAOB. Por esta razón, el informe de los auditores sobre los estados contables presentado ante la SEC deberá incluir una explicación de los “asuntos críticos de la auditoría”.
Ese mismo auditor cuando emita el informe con fines locales cumpliendo normas locales, no incluirá esa información, porque la FACPCE ha venido dilatando la utilización completa de las NIAs. Es decir, a los auditores, las normas locales le permiten (u obligan) un uso limitado de las Normas internacionales.